"Es de los mejores cursos que he tomado. Es la primera vez en más de 30 años de profesión que se toca este tema de una forma directa, pero a la misma vez de una forma amena y con recursos extraordinarios. (sic)

Me gustó la perspectiva del curso. Entiendo que debe formar parte de la educación continua de todos. Se debe dar recomendaciones de cómo recibir servicios, si necesita ayuda, como por ejemplo: llamar a la línea de servicios de su plan médico, preguntar por proveedores de salud mental disponibles, etc.

El curso fue excelente. Desde el inicio pude identificarme con el tema y fue como si ambas recursos me hubiesen entrevistado y estuvieran discutiendo mi caso. Me sentí bien porque pude identificar que no soy la única que se siente así dentro de la profesión. Las realidades sobre los temores que se albergan, sobre buscar ayuda por las consecuencias que podemos enfrentar debido a la profesión que ejercemos fueron tratados de forma tal que inspiraron algo de confianza en el sistema. Desde que comencé a ejercer siempre pensé que en la universidad se debía dar un curso de sicología para aprender a manejar a los clientes. Hoy, 15 años después, la necesidad se hace más patente para nosotros los profesionales del derecho. (sic) Los que tenemos muy arraigados esos principios éticos que muy bien discutió la Lcda. Vicenty nos sentimos aún más presionados. Sé que falta mucho camino por recorrer, pero me alegra que se haya dado este primer paso en reconocer la necesidad de nuestra salud mental y que el sistema se atempere a esa realidad sin castigarnos (después de todo somos humanos). Gracias a ambas recursos, demostraron dominio total del tema y lo abordaron de forma afable y no como el típico curso de ética con miedo y amenaza de lo que te puede pasar."